“Las naciones no tienen amigos o enemigos permanentes,
sólo intereses permanentes”.
Lord Palmerston (Ministro de Exteriores británico, 1846-1851)
Durante los últimos años la maquinaria propagandista del gobierno ecuatoriano ha presentado la relación con la República Popular de China como amistosa, de buena fe y mutuamente fructífera. Esta relación impulsada desde el 2007 por el presidente Rafael Correa con el gigante asiático no ha parado de crecer hasta el punto de preguntarse ¿en qué no están metidos los chinos?
Pues esa es una pregunta que la podría categorizar como reveladora, a demás de entretenida. ¿Cómo que entretenida?
Digamos que un partido político toma las riendas de un país harto y destrozado en el año 2007 tras prometer un cambio radical a base de obras y modificaciones profundas. Sin embargo, en ese entonces, con un barril de petróleo cotizado en un poco mas de 60 dólares no se dispone de los recursos suficientes y por antecedentes (muy justificados) rechaza la idea de acudir a prestamistas como el Banco Mundial y FMI.
En el mismo 2007 comienza la financiación china al gobierno ecuatoriano poniendo a disposición desde inicios del mismo año hasta 2009 cerca de 7 000 millones de dólares. Las tazas de interés no han sido las más cómodas con un 6% e incluso 7%. Tampoco se sabe en detalle cuales son y fueron los términos que se acordaron para los prestamos en forma de venta anticipada de petróleo. Pero cada vez se revelan las condiciones chinas. Ecuador otorgó un poder especial a Petrochina que permite cobrar cualquier saldo pendiente de Petroecuador a su nombre en caso de impago, y por si no fuera poco, se acordó que el Ecuador se someta al arbitraje de la Cámara de Comercio China si alguna disputa acontece.
Del mismo modo año tras año los créditos chinos son cada vez más altos. Solamente en el 2013 el estado sumo una deuda con China de 8 177 millones de dólares, los cuales corresponden un 35,3% de la deuda externa a mayo de 2013. Es decir, si pensaban que ya no teníamos deuda externa debido a una renegociación están equivocados.
Entonces, dado el antecedente de la reventa de petróleo ecuatoriano por parte de Petrochina, sumándole que en caso de disputa es el gobierno chino quien decide (nos guste o no) y teniendo la potestad internacional de cobrar todo lo que se le debe, queda por entendido que los sustantivos dinero y petróleo ya no se podrían combinar con el pronombre nuestro.
El déficit fiscal del gobierno
Desde el 2007 el gobierno ha gastado sin duda alguna más dinero que ningún otro en la historia del país. Pero gastar no es lo mismo que planificar e invertir. Es tan simple como saber cuanto se gana y se gasta, y lo que ha estado haciendo el gobierno es endeudarse como nunca antes en la historia. Si se revisan las estadísticas los datos deficitarios aumentan a un ritmo preocupante.
El 2013 fue un año récord sumando un déficit de aproximadamente 5 400 millones de dólares. Aunque lo que más impactó fue el hecho de que se haya aprobado un presupuesto tan irresponsable sin saber de donde se lo va a financiar, resultando en un nuevo crédito chino y cediendo inversiones en sectores estratégicos futuros que el mismo estado se los propuso. Teniendo un déficit tan grande no es difícil entender la desesperación del gobierno por encontrar liquidez (dinero) hasta el punto de haber regalado nuestro pretróleo y vendido parte de las joyas de la familia para financiarse. Con las joyas de la familia me refiero a las reservas internacionales de libre disponibilidad o fácilmente conocidas como reservas en oro. Solo para hacerse un idea las reservas en oro de un país son exactamente eso, reservas, las cuales los países usan en casos extremos dando como ejemplo Venezuela, quien aun esta temerosa en usarlas con la finalidad de reajustar su crisis de divisas.
A demás, un deficit fiscal creciente es un tema extremadamente delicado en la economía de un país, ya que tiene la capacidad de fisurarlo y en una economía sin moneda nacional, como la del Ecuador, el hecho se debe analizar muy delicadamente.
Hidroeléctricas chinas en Ecuador
El gobierno de la revolución ciudadana ha invertido un grueso del monto total de los crédito en cambiar la matriz energética después de haber analizado la situación petrolera a futuro, lo que daría como resultado colateral el fiasco de la iniciativa Yasuní-ITT.
El proyecto icono es el Coca-Codo Sinclair que se convertirá en una de las obras de ingeniería más importantes en la historia del Ecuador. Teniendo amplia participación china en diferentes niveles, desde obreros, ingenieros y administradores. Pero no es el único proyecto. Se calculan que por lo menos 10 represas tienen una participación importante del gigante asiático. Es decir que con los créditos que obtenemos de china son empresas chinas las que construyen nuestra nueva matriz.
Industria ecuatoriana made by China
Estos últimos 2 años el gobierno ecuatoriano ha iniciado un plan estratégico para cambiar tanto la matriz productiva como energética. Poniendo 6 industrias como pilares: petroquímica, minera, farmacéutica, siderúrgica, metalurgia y astillera.
Como cualquier otro commodity la minería es una industria muy rentable y en especial en miras de un país con un hambre voraz por metales como China, el primer consumidor de hierro y cobre en el mundo.
En 2012, durante la conferencia minera más importante del mundo en Canadá, el Ecuador maravilló a inversionistas con sus políticas y atractivos para desarrollar campos mineros abundantes en recursos. Se habían cerrado contratos preliminares con empresas canadienses y americanas para fases de exploración durante el periodo 2009-2012. Sin embargo una vez que se descubre el verdadero potencial minero ecuatoriano surge una empresa chino-ecuatoriana llamada Ecuacorriente quien hasta ahora se ha llevado los contratos más jugosos como Mirador y San Francisco (posiblemente Fruta del Norte).
Si hablamos de petróleo estamos hablando de dinero. Ya hace no mucho tiempo el estado ecuatoriano acordó la asociación y financiación de la Refinería del Pacífico con empresas chinas. La inversión contempla cerca de
10 000 millones de dólares que representan el 70% del presupuesto para la obra. A demás se acordó una rebaja a la capacidad de producción del proyecto inicialmente presentado.
En materia farmaceutica se sabe que el Vicepresidente Jorge Glas durante su viaje oficial a China invito a la empresa estatal Sinopharm Group, una de las más grandes del país asiático, a construir una fábrica de medicamentos y centros de desarrollo en el país andino. Y la historia no es tan fácil como en otras áreas productivas. Se debe distinguir entre la industria farmoquímica, que elabora los químicos correspondientes para producir los medicamentos de consumo, y la farmacéutica, que elabora los medicamentos para ser consumidos. Siendo esta última quasi monopolizada por China e India que tienen una participación del 90% del mercado a precios extremadamente competitivos, es decir, tendríamos que producir medicamentos a baja escala y a precio menor para que el negocio sea rentable.
En definitiva tras este análisis queda por definir la idea concreta. El principal recurso del Ecuador está de cierta manera siendo regalado a un país extranjero que se ha convertido en nuestro mayor prestamista a altos intereses. Con el dinero que nos prestan contratamos empresas estatales de ese país para construir proyectos que nos ayuden a devolver el dinero. A demás planean invertir en el sector minero que es muy rentable y así asegurarse una fuente segura de materias primas como hierro y cobre. Así mismo si tenemos algún tipo de objeción quedamos a merced de su arbitraje y firmamos por anticipado la sentencia de cobro internacional. Igualmente en lugar de disminuir el gasto estatal, este está en aumento exponencial y amenaza la estabilidad económica financiera del país. ¿Sinceramente estamos gastando hoy lo que podemos pagar mañana?
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